Ante esta nueva iniciativa, hemos decidido buscar algunos testimonios de personas que de alguna forma fueron iluminadas por nuestro gran VENEREBLE. Colocaremos a continuación algunas Anécdotas.

SI TIENES ALGUNA QUE CONTARNOS DEJANOS UN COMENTARIO JUNTO A LA ANÉCDOTA Y GUSTOSAMENTE LA PUBLICAREMOS

Por Cliff Gieseke, San Antonio, TX.

“Me alegra mucho encontrar su página dedicada al Dr. José Gregorio Hernández, de cuya existencia me entere cuando viví en Colombia en el año 1966, enseñando ingles en el Centro Colombo-Americano en Bogotá.

Hace 3 semanas, mi esposa, colombiana, y yo visitamos una iglesia espiritista en San Antonio, Texas. Durante el servicio mi esposa recibió un mensaje a través del pastor, con comentarios sobre la salud de ella, provenientes del espíritu de un doctor, portando un maletín negro, como el doctor Hernández. El pastor nos informó que se trataba del mismo doctor que había acompañado al padre de mi esposa en el momento de su muerte… Lo curioso es que nadie estuvo presente en ese momento, a no ser por mi esposa que se encontraba cuidando el enfermo esa noche, pero que por estar dormida no pudo darse cuenta del momento preciso de la muerte de su padre.

La conexión que existe es que mi suegro, que murió de cáncer de los pulmones, fue muy devoto del Dr. José Gregorio Hernández y que mi esposa siempre se sintió un poco culpable de no haber podido asistir al enfermo en sus últimos momentos de vida.

En la iglesia espiritista donde recibimos este mensaje ni el pastor ni la mayoría de los miembros hablan español o conocen la historia del médico venezolano. Para nosotros esta era solamente la segunda vez que visitábamos la iglesia y sobre nuestra historia familiar nadie conocía detalles.

Lo que el mensaje si logró, fue calmar la triste memoria que mi esposa guardaba de no haber podido presenciar o ayudar a su padre en sus últimos momentos.”

Via: http://members.tripod.com

Así hablan de José Gregorio Hernández
los que lo conocieron…

Por Luis Razetti
"Creía que la medicina era un sacerdocio, el sacerdocio del dolor humano y siempre tuvo una sonrisa desdeñosa para la envidia y una caritativa tolerancia para el error ajeno. Fundó su reputación sobre el inconmovible pedestal de su ciencia, de su pericia, de su honradez y de su infinita abnegación. Por eso su prestigio social no tuvo límites y su muerte es una catástrofe para la Patria".

Por Matías Duval
"El Dr. Hernández ha trabajado asiduamente en mi laboratorio y ha aprendido en él la técnica histológica y embriológica; me considero feliz al declarar que sus aptitudes, sus gustos y sus conocimientos prácticos en estas materias hacen de él un técnico que me enorgullezco de haber formado".

Via: http://www.mipunto.com